lunes, 12 de agosto de 2019



¡Como todas las tardes!
Por Constanza Márquez


Un cuarto perfectamente personalizado…

Una persona muy cuidadosa y temerosa.

Leía su libro preferido cómo cada tarde.

Hoy su casa estaría tan sola como ella se siente cada noche antes de dormirse.

Su mente volaba cada vez que sus ojos se posaban en tan impresionante y misteriosa escritura…

Se introdujo en aquella historia haciéndola suya.

Levantó su cabeza y allí estaba él…

Con sus ojos rojos por la droga… Su ropa toda rasgada y sucia…

Sintió como su piel se erizaba al no saber qué iba a suceder con ella. Sin embargo, el sujeto solo la admiró por un par de minutos.

Ella volvió a bajar la mirada.

Continuó con su cometido…

Sintió una brisa en el cuello y un olor a tierra húmeda. Ahí estaba el sujeto con una pala en las manos, cavando un profundo hoyo… Ella sabía perfectamente para qué.

Volvió a bajar la mirada.

Y está vez se encontró frente a dos policías.

No dijo nada, solo observó, pues ya sabía lo que ocurriría después. Y ya nada podía hacer. Ya todo estaba escrito. Todo ya había pasado.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

 Gritos a ciegas Padre me dejaste solo en la orilla chapoteando en las frías aguas  donde murió ahogado Narciso. Padre me diste un alma     ...