Como ropa sucia 

Creo que en la vida... Las promesas son quienes nos llenan de temores... O solo las palabras que nos hacen la ilusión de que aquellos personajes se quedarán en nuestras vidas por mucho tiempo más...

Cuando te dicen que eres especial o que eres alguien único en tu especie...

¿Saben?, hoy diré desde mi persona... Que tengo el vago recuerdo de unos labios expulsando de su ser... Que si sacara de su vida a alguien como yo, sería la persona más idiota de la existencia misma...

Y déjenme decirles que de esa persona tan, pero tan idiota... Ya no sé más.

No fue promesa, pero según sus ojos y sus palabras... Hablaba desde el corazón. Le creí y ese fue mi error, porque me había dicho que no creería en esas bobadas y aquí estoy... Sufriendo yo, cuando quien debería al parecer no lo hace...

Los giros que nos da la vida a veces te hacen sentir como la ropa dentro de la lavadora...

Podrías llegar a sentirte como ropa usada que se tiene que lavar... Que no sabe dónde terminará y que cuando esté limpio lo buscarán para repetir aquel ciclo.

Por Bare Neck

No sé si me quiero enamorar... O si ya lo estoy.

Creo que el enamorarse es algo tan sublime como oler ese aroma que te devuelve a tu niñez...
Que hacen cuando te enamoras...
Cuando le miras y no despegas la vista...
Cuando le quieres cuidar a como dé lugar...
Que si está mal... Haces de todo para tan solo verle y que se desahogue... Que por momentos pueda botar lo que siente...
O hacerle sentir alivio de alguna forma...
Como el darte mil vueltas por las calles esperando que llegue... Y que no te importe la hora o si al llegar a casa recibirás un reto de tormentos...
Como lo sobrellevas, si aquella no comparte tu misma forma de ver la vida...
Cuando sabes que si estás con este ser humano, vas a sufrir unos nervios de la hostia, porque las cosas que a ti te gustarán, a ésta quizás no... Y viceversa... Y serán cosas relevantes...
O cuando la edad se vuelve un obstáculo... Cuando si le dices a alguien que estás o que quieres estar con un chico de tu edad actúan muy distinto a que si les dijeras que el tipo o la tipa es... 4... O tal vez 5 años mayor...
Puede asustar eso... Pero el corazón sabe lo que siente...
O qué pasa cuando lo único que quieres es decirle tus sentimientos... Pero ya le dijiste que trazarían una línea muy importante entre ser amigos muy importantes el uno del otro, y en que el ser algo más no iría... Pero lo peor es cuando tú lo quisiste así... Y aquella persona solo lo confirmó y lo hizo oficial...
Luego de un tiempo de haber pasado por una vida con un pensamiento razonablemente sofisticado en cuanto al manejo de emociones y sentimientos, te darás cuenta de que al final tu único boicoteador de planes eras tú mismo... Tu inseguridad e insensatez te arrastran al hoyo que ya tanto conoces...
Lo peor es que aquella persona sabrá todo... Hasta tus más puros sentimientos por su ser... Y no los impulsará... Porque le habrás convencido hasta ese punto de que no quieres que lo haga. Pero por dentro te mueres de ganas que vuelva, te mire, te abrace y que por fin te bese en los labios como alguna vez lo hizo...

Por Bare Neck

Ser terco, con la verdad en la punta de la lengua aunque sea erróneo, reina de los yo puedo sola, madre solitaria acompañada, mujer sin barreras ni cadenas, tacaña, pero con un corazón gigante lleno de grietas por vivencias enterradas en los años, llena de conocimiento y con hambre de saber, multifacética sonriente, dedicada y constante, matriarca criada por un ángel que la ama, fuerte de carácter, pero con miedos internos, mujer de un hombre perdido, madre de familia y semilla de árbol. Es perfecta. Sonreí mientras la miraba sentada tejer, reír o cocinar. Quisiera algún día ser así de fuerte, tan fuerte que podría cargar una familia, una vida, un corazón al hombro, tan capaz de sobrellevar todo, mujer fácil de admirar, cantante de las princesas que miran a la luna, con un abrazo de casa, con sonrisa de arcoiris y oídos para todos los días.

Ella, más fuerte que una piedra y tan dulce como un bebé, tan terca como sí sola, pero tan comprensiva, tiene una casa pequeña, con llagas, agujeros y desorden, aun así cabe toda la gente ya que jamás cierra las puertas, valiosa mujer conocida y amada por muchos, dispuesta a todo por su familia.

Pienso mientras hablo con las flores, “Que suerte la mía”, tengo una familia increíble, pero sin ella, esto no sería así. Lo sé y hoy se lo agradezco, mañana se lo repito, las flores se ríen de mí, neófitas del amor que siento. Mas no me quedó que seguir contando de ella a las nubes. Ellas se sentaron frente a mí a escuchar, sabía que el viento seguía constante escuchando, sentía como todos querían escuchar de esta mujer increíble. Era raro, me avergonzaba sentir que todos me miraban, pero recordé que siempre me decía “Eres mujer chilena”. Lo soy, yo puedo gracias a ella, puedo lograr lo que quiero. Al terminar mi discurso, todos se preguntaron quién era, curiosos me preguntaron. Yo me reí, porque la respuesta era obvia. Los miré y les dije “Ella es mi abuela”.

 Saturno