¡En
mi cama, como cada noche!
De un Poeta a su musa - Parelthon
Hoy ya no escribo en mi cuaderno, se
fue llorando al ver lo mucho que sufría y a pesar de que prometí muchas cosas a
él, aquí estoy de nuevo, entregándole mi corazón a una niña... No, a una mujer
que no me deja dormir en las noches, a una mujer que ya no supo salir de mi
mente, a esa mujer con ojos más dulces que el café de las mañanas, ella que
solo con un gesto me hace feliz, me hace querer seguir adelante con todos mis
propósitos, ella que prometió un futuro conmigo y hoy lo está logrando,
suponiendo que el hilo rojo exista ¿No será ella el destino que me ha tocado? ¡Carajo,
estaría vuelto loco si ella fuera! La deseo más que cualquier cosa, la quiero
más que a mi vida propia y sus recuerdos siguen vívidos como siempre, todas y
cada una de las cosas que me dijo, las miradas, acciones y por qué no, las
cachetadas que me daba si un beso le robaba y yo lo volvía a hacer, porque un
silencio vale más que mil palabras, porque podría escribirle los versos más
tristes en una noche, porque la tregua que me dio no fue lo suficiente,
sinceramente te quiero.
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